Queremos compartir en este post algunas conclusiones sobre los beneficios de seguir los preceptos de la dieta mediterránea y el consumo moderado de vino, extraído del informe de la Organización Mundial de la salud. Un binomio que nos aporta múltiples beneficios para nuestra salud.
Muchos de estos estudios se originaron a partir de lo que se denominó “la paradoja francesa” donde se comprobó que las tasas de mortalidad en Francia eran mucho menores que otros países, al igual que otras regiones mediterráneas como España o Italia. Avanzando en los estudios, se concluyó que el consumo de vino con moderación llegaba a compensar los efectos perjudiciales de algunos ingredientes típicos de la cocina francesa, como la mantequilla, fuente de grasas saturadas.
En España, tenemos la gran suerte de vivir en un país generoso y abundante con excelente materia prima. Además, contamos con una cultura y educación que nos permite e invita a combinar la buena gastronomía con los momentos de convivencia y familia, lo que sin duda pone en valor no sólo el aspecto nutricional, sino el social.
Si tuviésemos que resumir los puntos clave de nuestra dieta, aquí va nuestra apuesta:
